El amor subía, bajaba, se enredaba,se escondía en tus senos.
Acuñado en sueños de mañanas de líquido oro y caderas de presente.
Mecido en mareas, olas y estallares de espumas sobre gigantes, de quieto silencio.
Bocanadas secas, respirando a golpes, la boca abierta, cálido amor ilimitado.
El más nocturno cielo nos regalaba rojas sombras de rojos pétalos.
Tomó forma de diamante para rasgar el cielo en mil colores perfectos.
Tanto era el amor que atrapados quedaron tus labios en mis labios.
La redonda luna, de amor llena,se abrió en dos perfectas mitades para envolvernos en seda y platas.
Tanta sed de amor que solo el fuego calma.
En noche estrellada toda agua no basta.
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